San Martín

Para inspirar hacia el bien a las presentes generaciones, exponemos las siguientes biografías de ilustres peruanos de la región San Martín:

Eduardo Peña Meza

Nace en Juanjui – San Martín, el 14 de abril de 1886. Fue promotor de la educación, político y explorador de la selva peruana.
Desde muy joven daba muestras de interés por el progreso cultural de su pueblo; fundador de varias Escuelas no sólo en Juanjui sino también en otros pueblos de la provincia donde muchos jóvenes fueron instruidos. Uno de los principales gestores de la creación de la Provincia de Mariscal Cáceres. Querido y admirado por sus dotes de hombre culto, serio y honesto.
Fue presidente del Club Social de Mariscal Cáceres; también se desempeño en los cargos de Juez de Paz, Registrador Electoral y Subprefecto de la Provincia. Gracias a sus exploraciones el año 1929 llega a descubrir el complejo arqueológico “Gran Pajaten”, ante lo cual es incorporado como miembro de la Sociedad Geográfica de Lima, varios colegios y calles de la provincia llevan si nombre.


Francisco Izquierdo Ríos

Nace en Saposoa el 29 de agosto de 1910. Fue un escritor y maestro docente peruano.
Concluida su educación secundaria en el Colegio Nacional de Moyobamba (1927), pasó a la Sección Normal del Instituto Pedagógico Nacional de Varones (1928-1930), en el cual optó título de Maestro de Segundo Grado. Por entonces conoció a José Carlos Mariátegui, con quien colaboró en el dictado de cursos de cultura general en los sindicatos obreros de Lima y Vitarte. Sucesivamente, ejerció la docencia en Moyobamba (1931-1932), Chachapoyas (1932-1939), Yurimaguas (1939-1940) e Iquitos (1941-1943). En 1943 fue nombrado inspector de enseñanza de la provincia de Maynas y cumplida su labor pasó a Lima como director de la Escuela Nocturna N.° 36 de Bellavista, Callao (1943-1964). Fue también nombrado jefe del Departamento de Folclor creado en la Dirección de Educación Artística y Extensión Cultural del Ministerio de Educación. Como parte de su labor, junto con José María Arguedas, publicó en 1947 una recopilación de Mitos, leyendas y cuentos peruanos, que los profesores de todo el país recogieron oralmente.
Pasó a ser jefe del Departamento de Publicaciones de la Casa de la Cultura (1963-1973), de la que editó la revista Cultura y Pueblo (1964-1970). Fue jurado en el concurso literario de la Casa de las Américas, en La Habana (1977), así como presidente de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas, ANEA (1980-1981).


Luis Hernán Ramírez Mendoza

Nace en Moyobamba – San Martín, Perú en 1926. Fue un lingüista y literato.
Director del Programa Académico del Ciclo Básico y dos veces jefe del Departamento de Lingüística y Profesor Emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (desde 1991). En esta casa de estudios se graduó de bachiller, doctor y licenciado en Literatura. Realizó estudios de postgrado en Lingüística y Filología en el Instituto Caro y Cuervo de Bogotá, en la Universidad de la República de Montevideo, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid y en el Colegio de México. Fue catedrático en las universidades de Huamanga, La Cantuta, de Ica y San Marcos. A esta última dedicó buena parte de su vida docente. Durante los años 1977 y 1979 dictó cursos de Cultura Peruana y Español Americano en la Cátedra Hispánica y Filología Románica de la Universidad de Bucarest (Rumania).
En 1980 fue elegido Miembro de Número de la Academia Peruana de la Lengua y se incorporó a ella, al año siguiente, con un discurso de Elogio de don Andrés Bello en el bicentenario de su nacimiento.


Humberto Del Águila

Nació en la hacienda Pipos, una remota propiedad familiar ubicada en el límite entre los departamentos de Loreto (por aquellos días todavía San Martín no existía como departamento) y Amazonas, en 1893. Fue escritor, periodista y político.
Estudiante de la Universidad de San Marcos en 1913, compañero de aula de Raúl Porras, Edgardo Rebagliatti, Bustamante y Cisneros, abogado, Del Aguila es hombre de biografía desconcertante: “Tenía quince años. Los consejos y habilitación de un poderoso comerciante español hicieron que me decidiese a abandonar mi hogar y los estudios, y me lance a la Selva, de pronto me encontré como jefe de más de cien hombres que habían llegado siguiendo a ruta que les trazaron los treinta y dos puntos de la rosa de los vientos”. Un hombre bajito, vivaz, de perfil azoriniano, que fue soldado en el Río Napo a los 17 años, y luego, contumaz político y habilísimo “croniqueur”, es uno de nuestros buenos pero olvidados escritores: Humberto del Águila Arriaga, risueñamente conocido por la bohemia limeña del veinte como el “Charapa”.
En Lima, en su casa de Petit Thouars, Del Aguila nutre su ancianidad con el recuerdo de famosos amigos, sus libros y el calor hogareño. Compañero generacional de Abraham Valdelomar, José Santos Chocano, José María Eguren, el “Charapa” participó de la bohemia de su época en forma intensa. “Chocano iba siempre a visitarme en la redacción de “Mundial” – dice – de ahí salíamos con otros amigos a perdernos en la noche limeña. Recuerda a Eguren: ”Era muy fino en todo y muy silencioso. Cuando hablaba, siempre lo hacía sobre arte, pintura o poesía”. Con Mariátegui, a quien conoció en 1911, estuvieron en el baile de Norka Rouskaya en el cementerio, que escandalizó a toda Lima. “Mariátegui —evoca— era bajito, tenía la pierna derecha enferma. El rostro pálido y unos ojos negros, hermosos. Hablaba con voz atiplada y discutía mucho. Era inteligentísimo y un gran lector”. La amistad con el Amauta fue entrañable. Juntos trabajaron en “El Tiempo”, en 1917, y parte del 18. Luego formaron “La Razón”, que hacia oposición a Leguía y a Pardo. Las recientes promociones de escritores desconocen la obra de este magnífico descriptor del paisaje amazónico (“La Selva, bajo el Sol de enero, se llenaba de flores y de aromas. Todo tenía exuberancia de vida. En las hojas de las palmeras, abiertas como grandes abanicos, los guacamayos hundían el curvo pico en el moño de las hembras y lanzaban al viento su grito monótono”), que, a los 74 años, pleno de lucidez y juvenil energía, como el curaca Tupán de uno de sus más notables relatos, se yergue contra el tiempo y el pertinaz olvido de las nuevas generaciones.


Jenaro Ernesto Herrera Torres

Nació en Moyobamba el 8 de abril de 1861. Fue escritor, abogado, docente, periodista, político e investigador.
Realizó sus estudios primarios y secundarios en la ciudad de Lima y vivió las experiencias de la guerra con Chile. Estudió en la Universidad Nacional de San Marcos. A manera referencial, como muestra del amor por su tierra, acotaremos que en 1891 luego de renunciar al cargo de Juez de Derecho en Huaraz, pasó a desempeñarse como Juez de Derecho Titular de Moyobamba, San Martín y Huallaga ejerciéndolo hasta 1895. En 1907 escribió en Iquitos las obras: “Comandancia General de Maynas, apuntes históricos y geográficos”, “Almanaque Loretano Comercial”, Los caucheros (apuntes sociológicos y económicos) un clima calumniado, “Plantas útiles del departamento de Loreto”. Dejó escritas: “Loretanos Célebres durante la República”, “Apuntes históricos sobre la fundación del apostadero y ciudad de Iquitos”, “La exploración de Carlos María La Condamine al Amazonas”, “El proceso de la independencia de la añeja, lejana y extraña provincia de Maynas”, “El patriotismo de la mujer peruana en la primera etapa de nuestra emancipación política”, “Historia de las calles de la ciudad de Lima e Iquitos”, “Monografía Geográfica – Financiera – Industrial e Histórica acerca del departamento de Loreto”, “Monografía Geográfica – Financiera – Industrial e Histórica acerca del departamento de Lambayeque”, “Monografía Geográfica – Financiera – Industrial e Histórica acerca del departamento de San Martín”, “Bibliografía de loretanos ilustres a través del tiempo, “Diccionario de loretanos ilustres a través del tiempo”, “Diccionario de loretanismos, estudio lexicográfico”, “Bibliografía loretana”, “Cartografía loretana”. Su labor en el campo del periodismo fue muy amplia. Colaboró con sus artículos en “El Ateneo” entre 1,887 – 1,888, por estos mismos años fue redactor en “El Derecho”. Colaboró con el “Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima”, “La Ilustración Peruana”, “El Comercio”, “El Diario” y “La Revista Histórica de Lima”… igualmente colaboró con el “Boletín Bibliográfico de San Marcos”. A nivel de Iquitos fue fundador, redactor y propietario de “El Loreto Comercial”. Trabajos que deben ser recopilados y publicados para el conocimiento del pueblo amazónico en aras de la valoración histórica regional. La veta lírica del Dr. Jenaro E. Herrera Torres es la menos conocida, incluso es ignorada debido a que sus poemas publicados están dispersos en los diversos diarios de las dos primera décadas del siglo XX, en revistas como “El Loreto Gráfico” que fue estrictamente literaria, habiéndose publicado solamente doce números entre el 20 de setiembre de 1914 y el 5 de marzo de 1916, dirigido por Carlos Gamarra, en el que colaboró el Dr. Jenaro E. Herrera. No tocaremos su producción dentro de las facetas de Jurista, Educador, Patriota. Lo más importante de la vida de Jenaro Herrera, es su faceta de Tradicionista y es precisamente bajo esta que publicó “Leyendas y Tradiciones de Loreto”. “Leyendas y Tradiciones de Loreto” fue editada en la Imprenta “El Oriente” y está integrada por un prólogo de diez páginas, fechada el 18 de agosto de 1917 en que señala los lugares en los que investigó para escribir esta obra, luego enumera sus obras escritas, además indica en esta obra, que su preocupación es recoger las versiones de origen popular con fines históricos. La obra está integrada por treinta tradiciones y ocho leyendas. De estas treinta y ocho narraciones, diecinueve son reediciones de publicaciones anteriores realizadas en revistas y diarios tanto en Iquitos como en la capital con pequeñas modificaciones, mientras las diecinueve restantes son publicadas por primera vez. Es menester indicar, que esta obra fue reeditada el año 2003 por la Dirección Regional de Educación de San Martín en los años 2002, cuando director el Prof. Pedro Vargas Rojas. Jenaro E. Herrera fue amigo y discípulo de Ricardo Palma; “Leyendas y Tradiciones de Loreto” resulta una primera obra orgánica que recoge la realidad amazónica pudiendo afirmarse que equivale a la labor de Adolfo Vienrich que es el primero en valorar la cultura quechua con su obra “Azucenas Quechuas” (1,905), mientras Jenaro E. Herrera es el primero en valorar la Cultura Amazónica, resultando así el iniciador de la recopilación de la literatura mestiza de vertiente oral en nuestra amazonía, resultando la base para futuros estudios de esta vertiente literaria.
Su polifacética vida lo encumbra como el más ilustre hijo de nuestra Amazonía; el Instituto de Investigación de la Amazonía Peruana – IIAP y la provincia de Alto Amazonas lo han reivindicado nominando su Centro de Investigaciones y uno de sus distritos con su nombre, la Biblioteca Municipal de la ciudad de Iquitos de igual nominación. “LOS PUEBLOS QUE OLVIDAN SUS TRADICIONES PIERDEN LA CONCIENCIA DE SUS DESTINOS; Y LOS QUE LAS RECUERDAN, VIVEN GLORIFICADOS EN SÍ MISMOS” Jenaro E. Herrera


Amelia Weiss

Nació en San Martin en 1926. Fue Pintora y Escultora.
Con estudios de pintura con los maestros Carlos Quízpez Asín y Ricardo Grau, de Acuarela con el maestro Brockie Stevenson y de escultura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, de donde egresa en 1964 con el Premio de Excelencia Escuela Nacional de Bellas Artes en la especialidad de escultura. Realizó cursos de perfeccionamiento en el estudio del maestro Labourdais en Buenos Aires – Argentina y Petrini en Roma – Italia.
Su obra se encuentra en diferentes espacios públicos de la ciudad de Lima desde 1958, su última muestra individual fue en el Centro Cultural de la Municipalidad de Miraflores – Sala Luis Miroquesada Garland en 1994, habiendo participado en la I Bienal de Trujillo – Perú en 1983, en la I Bienal de Arte y EMPRESA, Museo de Arte – Lima en 1991, en la I Bienal de Bellas Artes, Museo de la Nación – Lima en 1993, en la I Bienal Iberoamerica de Lima en 1997.
Su obra ha sido objeto de numerosos y reconocidos reconocimientos.


Adrián Doroteo Mendoza Ocampo

Nació en Moyobamba en 1953. Fue profesor y escritor.
Estudió en la Universidad Nacional de Trujillo especializado en Filosofia y Ciencias Sociales nos cuenta sobre su Trabajo literario, fue director del Instituto Regional de Cultura de San Martín. Formó parte de la Asociación Hernán Ruiz, Hernán Mendoza, y del Consejo Internacional Todas las Sangres. Entre sus principales libros están: El niño del bosque (2003); Comunidades nativas(2003): Matías, Pajaten, encanto y misterio (1999).
El espíritu de sus obras siempre ha estado orientado a afianzar la identidad cultural, recuperando y rescatando los hechos y costumbre de los pueblos amazónicos. Promotor del grupo de teatro Yatzajú, editor del semanario Mayoruna, fundador de la ANP Moyobamba. Dedicado a la investigación, sus obras, Abiseo y Pajatén le valieron el reconocimiento nacional e internacional. Condecorado con la orden de José María Arguedas.