Moquegua

Para inspirar hacia el bien a las presentes generaciones, exponemos las siguientes biografías de ilustres peruanos de la región Moquegua:

Amercio Garibaldi Ghersi

Nace en Ilo el 15 de enero de 1893. Médico cancerólogo y eminente investigador científico.
Realizó sus estudios superiores en la Universidad La Sorbona, París, en 1913. También estudió en la Facultad de Ciencias de Ruan y en el Instituto de Química Industrial de esta ciudad. Ingresó a la Facultad de Medicina de París, en 1919, obteniendo el Título de Médico Cirujano en 1923, con tesis premiada. Trabajó en el laboratorio de Patología experimental del Profesor Roger, Decano de la Facultad de Medicina parisienses; también en el laboratorio de investigaciones de fisiología experimental, con el Profesor Charles Richet; y en el Laboratorio de Biología Experimental del Colegio de Francia. Se graduó de Bachiller en Medicina en 1923, con la tesis “Insuficiencia tiroidea e inmunidad”, laureada por la facultad de Medicina de París. Presentó una nueva teoría sobre alergia endocrina a la Academia de Ciencias de Paris, que la publicó en su boletín. De regreso al Perú, revalidó su título de Médico Cirujano en la Facultad de Medicina, 1925; fue nombrado Catedrático de Farmacología y Fisiopatología.
En 1925, presentó un nuevo procedimiento para el diagnóstico serológico del embarazo y del cáncer, que le sirvió para su grado de Doctor, obtenido en 1931. Viajó a Europa a realizar estudios sobre malaria (1932-1934), trabajando en el Instituto de Patología Exótica de Paris y el de Malariología de Roma, publicando un nuevo método para el tratamiento de la malaria 1935. Fue comisionado por el gobierno peruano, 1936, para investigar en EE.UU sobre el cáncer trabajando en Nueva York bajo el auspicio del Instituto Rockefeller, descubriendo una vacuna inmunizante para determinados tumores cancerosos.
Por sus trabajos fue incorporado a la Fordham University, siendo el primer cancerólogo que ingresó a dicha institución. Para continuar sus trabajos de investigación sobre el cáncer, la firma WestingHouse, le facilitó un aparato de radioterapia, especialmente confeccionado. Entre sus principales trabajos de investigación científica se citan: “Influencia de la tiro paratiroidectomía sobre la formación de anticuerpos naturales-dosaje del poder heterobremolítico del suero (Paris, 1920); “La alergia tiroidea (Paris, 1923); “Principios y Técnicas de un nuevo método general del sero diagnóstico” (1925); “La inmunidad antipalúdica. Proyecciones terapéuticas y medicosociales del problema (1935); “Mecanismo probable de la cancerización” (1936). Dejó inconcluso “La inmunoterapia del cáncer a la luz del análisis fisiopatológico y farmacodinámico”. Es considerado como uno de los más inminentes cancerólogos de la Oncología Moderna.


Juana Mercedes Cabello Llosa de Carbonera

Nació en Moquegua el 17 de febrero de 1842. Fue una escritora peruana.
A los 22 años se trasladó a Lima, donde vivió en casa de un tío, que era cosmógrafo mayor de la República. A la edad de 24 años (1866) se casó con el médico Urbano Carbonera, quien le acercó a la ciencia y al positivismo. Pero el matrimonio fue poco feliz y no tuvo hijos; el marido más tarde se convirtió en jugador y tipo donjuanesco. Se separaron y él se fue a vivir a Chincha. En Lima, Mercedes tomó parte activa en el mundo literario entonces imbuido en el romanticismo, y colaboró activamente en diarios y revistas usando el seudónimo de Enriqueta Pradel, antes de animarse a usar su propio nombre.
En lima inicia su vida literaria desde 1868, cuando publica versos en revistas literarias como “Revista de Lima”, y el “Correo del Perú”, el más importante del momento; también colaboró con otra revistas como “La Alborada”, “La Perla del Rímac” , “La Bella Limeña”, “El Semanario del Pacífico”, “Recreo del Cusco”, “El Correo del París”, “Ilustración de Curazao”, “El Plata ilustrado”, “La Prensa Libre de Costa Rica”, “La Revista Literaria de Bogotá”, “La Habana Elegante”, “El Album Iberoamericano de Madrid”. Una intensa actividad literaria y fuertes vínculos con el extranjero; su seudónimo “Enriqueta Pradell” era famoso. Los artículos publicados con seudónimo o con su propio nombre eran polémicos por la forma nueva de enfocar los temas: “Influencia de la mujer en la civilización moderna (1874), asombró al colocar a la mujer en el mismo nivel del hombre en el avance del siglo; “La Poesía” ataca al versificador sólo de forma y no intérprete de la naturaleza; con “Estudio comparativo de la belleza e inteligencia de la mujer” y “Perfeccionamiento de la Educación y de la Condición Social de la Mujer” (1876) se convierte en una ferviente precusora del feminismo de nuestros actuales. Su ensayo “Influencia de las Bellas Artes en el Progreso Moral y Material de los pueblos”, le mereció la Medalla de Oro de la Municipalidad de Lima en 1884.
“La reputación de la Señora Cabello es universal, muchas publicaciones del extranjero han honrado sus páginas publicando su retrato y dedicándole magníficos artículos. Entre las escritoras americanas es indudablemente una de las que cultiva la novela moderna con mayor y así se explica sus obras son reproducidas en todos los periódicos de los países de habla castellana y aún algunas se hayan traducido al portugués…” dice Enrique Guzmán y Valle.


Amparo Baluarte Cornejo De Alvarado

Nacida en el pueblo de Samegua el 24 de setiembre de 1920. Fe escritora y compositora musical.
La familia se radicó en Lima cuando Amparo contaba con 5 años de edad. Hizo sus estudios en el Colegio de María Auxiliadora del Callao. Como la muerte de su padre dejara a la familia en precaria situación, se empleó en el Ministerio de Agricultura, donde trabajó por 25 años, con tal celo, que fue elegida para desempeñar cargo de confianza, como es la Secretaría del Ministerio. Dedícase también, a la creación poética y musical. Incursionó con singular éxito en la canción criolla peruana, siendo autora de finos y delicados versos, que han sido musicalizados por consagrados compositores nacionales. El vals que más satisfacciones le ha deparado, se titula, “Secreto”, con música de Francisco Reyes Pinglo, vals del cual hay 20 grabaciones por los mejores intérpretes peruanos y también, del portorriqueño Hernando Avilés del Trío Los Panchos.
Su obra poética es abundante y de un corte romántico tan especial que Enrique López Álvarez le canta : “Tu serás siempre aquella princesita enamorada, y tu gracias y fantasía en los siglos vivirá, porque llevas en tu encanto y en tu alma apasionada el suspenso que fascina y que no terminará..” Sus obras publicadas son : “Breviario Pasional “ (1952), “La Ruta Luminosa” (1958), “Epistolario Lírico” (1993), “Amor” (1965), “Alma Cancionera” (1967), “Cáliz de Amor” (1975), “Brevario Pasional” (segunda edición 1971), “Lámpara Votiva” (1974), “Flores del Alma” (1980). Hoy una Antología Poética, editada por su esposo, después de su fallecimiento, compendia toda su obra para un mejor estudio.
En un unión con su esposo son autores del Himno de la Policía Escolar, por lo que fueron premiados con Medalla de Oro del Rotary Club Internacional. También es autora del Himno al Distrito de Breña, mereciendo Diploma y Medalla de Oro en 1974. Ha ganado muchos concursos literarios, destacando el logrado en Arlés (Francia) en 1972, por su Poemario “Cáliz de Amor”. Su obra figura en antologías poéticas del Perú, Argentina, Uruguay, México, Bolivia, Ecuador, República Dominicana y España. Perteneció a la ANEA, la APDAYC y es fundadora del Círculo Literario y Artístico Internacional del Perú (CLAIP), que tuvo 20 años de vida institucional y fecunda labor de acercamiento e intercambio con intelectuales y artistas de América y España, mediante un Boletín Literario de su dirección.


Luis Eduardo Valcárcel Vizcarra

Nació en Ilo el 8 de febrero de 1891. Fue historiador y antropólogo peruano.
Se doctoró en Ciencias Políticas; en Letras en 1915; y en Derecho en 1916 en la Universidad Nacional San Antonio de Abad. Ejerció la docencia desde 1917 en el Colegio Nacional de Ciencias y en la ya mentada Universidad Nacional. Fundó el primer Museo Antropológico del Cuzco y el Archivo de la Universidad. Fue director del diario El Comercio del Cuzco y editorialista de los diarios El Sol, La Sierra, y El Sur. Mantuvo estrechas relaciones con el pensador José Carlos Mariátegui, y con el grupo vinculado a la revista “Amauta”. A inicios de la tercera década del siglo veinte, fue llamado a la capital del Perú para ser nombrado Director del Museo Bolivariano; luego obtiene el mismo cargo en los museos: de Arqueología Peruana, del Nacional de Historia, y del Nacional de Cultura Peruana. A la fecha de su retiro, en 1946, fue consagrado como Director Emérito de los Museos Nacionales.
Fue Ministro de Educación Pública (de 1945 a 1947), cargo del cual se plasmó el establecimiento de los núcleos escolares campesinos, una red de escuelas rurales que integraba educcaión, salud y trabajo para los niños y los miembros de una comunidad campesina. Siguió el ejemplo de Waynasata de Bolivia (1945) ( Jorge Basadre: ” La Vida y la Historia”). Presidente del Instituto de Estudios Peruanos, de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (ANEA), del Instituto Cultural Peruano Norteamericano (ICPNA), y del Comité Interamericano del Folklore; Director del Instituto Indigenista Peruano; Miembro del Comité Ejecutivo Peruano de la Unesco; Vicepresidente de la Academia Nacional de Historia, y del Centro de Estudios Histórico-Militares.Fue asunto de su preocupación el idioma quechua y la cultura popular andina, desde el ministerio de educación, la universidad y desde sus publicaciones.Impulsó la reactivación del Intiraymi en el Cusco. En su abundante obra bibliográfica, Valcárcel propugnó, basado en el estudio de la historia, la reivindicación del indio. Denunció el estado de miseria y exclusión en que vivía la población mayoritaria del país, y estableció el criterio de valoración del elemento indígena, como representante de la unidad y continuidad de la historia peruana. Algunos textos de su libro “Tempestad en los Andes” tienen relación con la filosofía esotérica.
Con el paso del tiempo, vinieron las condecoraciones: Medalla de Oro de la Cultura (1963), Premio Nacional de Cultura en el área de Ciencias Históricas (1977), Premio Rafael Heliodoro Valle (México, 1981), Medalla de Oro por Estudios Históricos. Premio de investigación y estudio de la historia peruana “Fundación Luís Antonio Eguiguren del Centro de Estudios Histórico – Militares del Perú, También fue galardonado con las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta, y fue nominado al Premio Nóbel de la Paz. Se creó en su honor el Instituto Luís E. Valcárcel mediante la RM Nº 23384.


José Carlos Mariátegui La Chira

Nació en Moquegua el 14 de junio de 1894. Fue un escritor, periodista, y pensador político peruano.
En 1899 se trasladó con su madre y sus hermanos a Huacho y en 1902, tras un accidente en la escuela, fue internado en la clínica Maison de Santé de Lima. Su convalecencia fue larga y quedó con una anquilosis en la pierna izquierda que lo acompañaría el resto de su vida. Por haber quedado inhabilitado para las recreaciones propias de su edad, frecuentó desde entonces la lectura y la reflexión.
En 1909, ingresó al diario La Prensa para realizar tareas auxiliares, primero como alcanzarrejones (portapliegos) y luego como ayudante de linotipista. A pesar de no haber culminado sus estudios escolares, llegó a formarse en periodismo y empezó a trabajar como articulista, primero en La Prensa (1914-16) y luego en el diario El Tiempo (1916-19), al mismo tiempo que colaboraba en las revistas Mundo Limeño, Lulú, El Turf y Colónida. Usando el seudónimo de Juan Croniqueur ironizó la frivolidad limeña y exhibió una vasta cultura autodidacta, que lo aproximó a los núcleos intelectuales y artísticos de vanguardia. Se hizo amigo del escritor Abraham Valdelomar con quien formó un dúo diletante cuyos duelos de ingenio eran reproducidos por ellos mismos en sus crónicas. Por esa época (llamada luego despectivamente por él mismo como su “edad de piedra”) cultivó con entusiasmo la poesía pero nunca publicó su anunciado poemario titulado Tristeza. En 1924, debido a su antigua lesión, debió amputársele una pierna. Pero no cesó por ello su actividad creadora, continuándola recluido en una silla de ruedas. En 1925 fundó la Editorial Minerva que publicó obras suyas y de otros autores peruanos, comenzando por su primer libro recopilatorio de ensayos: La escena contemporánea, sobre la política mundial. En 1926 fundó la revista Amauta (en quechua sabio o maestro).
En vida, Mariátegui publicó solo dos libros (La escena contemporánea y los 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana), dejando inacabados e inéditos dos más (El alma matinal y Defensa del marxismo publicadas en 1950 y 1955, respectivamente, aunque gran parte de ellos ya había sido publicada en la prensa). Todas estas obras, sumadas a su abundante producción periodística recopilada (entre artículos, conferencias, ensayos y una novela breve), han sido editadas por sus herederos (su viuda y sus hijos), hasta llegar a conformar 20 tomos. Hay que señalar sin embargo, que entre dichos tomos hay dos biografías del autor (una de María Wiesse y otra de Armando Bazán), una síntesis del contenido de la revista Amauta, realizada por Alberto Tauro del Pino y una antología poética de diversos autores inspirada en la vida y obra de Mariátegui. Si hablamos de las “obras completas” propiamente dichas, estas solo suman en realidad 16 tomos. Sustancial obra que fue producida en un lapso de 7 años (1923-30).