Callao

Para inspirar hacia el bien a las presentes generaciones, exponemos las siguientes biografías de ilustres peruanos de la región Callao:

Felipe Estanislao Mac Gregor Rolino

Nace en Callao el 20 de septiembre de 1914. Fue un sacerdote jesuita y profesor; creador del concepto de Cultura de Paz.
Felipe Mac Gregor quedó huérfano tempranamente, fue criado por sus tías, estudiando en los colegios San José de los Hermanos Maristas, San Vicente de Paul, y San José de los PP. Jesuitas. En 1931 ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús en Córdoba (Argentina). Se ordenó como sacerdote el 23 de diciembre de 1944 en Buenos Aires. Luego se graduaría en Filosofía en la Universidad de Fordham (Nueva York). Fue profesor y Rector en el Colegio de la Inmaculada (Lima), y Profesor Principal del Departamento de Humanidades en la Pontificia Universidad Católica del Perú, de la que fue Rector entre 1963 y 1977. Fue durante su gestión que esta casa de estudios alcanzó su desarrollo físico y la potenciación de sus posibilidades con el traslado de sus instalaciones al Fundo Pando (Distrito de San Miguel), en terrenos donados por don José de la Riva-Agüero y Osma.
Director fundador y Rector del Instituto por la Paz. Nombrado Provincial de los jesuitas del Perú entre 1958 y 1962. Fue también Rector de la Universidad de las Naciones Unidas. Ejerció como presidente de la UDUAL (Unión de Universidades de América Latina y el Caribe) en 1975 y 1976. Desde 1980 fue Presidente de la Asociación Peruana de Estudios e Investigación para la Paz, y desde 1990 presidió el Instituto por la Paz. Tiene varias publicaciones sobre filosofías y educación.
La UNESCO le entregó el año 2000 la Medalla Gandhi, por haber introducido el concepto “Cultura de la Paz”. Rector Emérito de la Pontificia Universidad Católica del Perú desde 1979.


Néstor Gambetta Bonatti

Nació en Callao el 11 de julio de 1894. Fue un militar, político y promotor cultural peruano.
Estudió en los colegios Don Bosco e Instituto Chalaco. En su juventud ingresó a la Escuela Militar de Chorrillos, donde egresó como subteniente. Parte a Europa para servir a los ejércitos de España y Francia, y a la Legión Extranjera en África del Norte. Su proceder le hacen merecedor de diversas condecoraciones: Orden de Carlomagno del Vaticano, Orden del Libertador Bolivar, Orden del Libertador San Martín, Palmas académicas de Francia, entre otras. En 1932 asciende a capitán, y labora en la Escuela Superior de Guerra. En 1947 el presidente Bustamante y Rivero lo nombró Prefecto del Callao. Gambetta Bonatti era pegado a los temas de historia y promotor incansable del chalaquismo.
Luego ingresa al Senado de la República, donde promueve la Ley 11008 de Beneficios sociales a los trabajadores de la Compañía Peruana de Vapores, la apertura del tramo Chucuito – La Punta, el apoyo a colegios como el Dos de Mayo y el General Prado, a clubes deportivos como el Atlético Chalaco, y la construcción del local de la Prefectura del Callao. Asimismo, la ampliación de los límites del Callao, incorporándose Ventanilla con la Ley 12538. Publicó sus crónicas en el diario El Comercio y posteriormente en sus libros Cosas del Callao (1936) y Genio y figura del Callao (1967), con prólogo de César Miró. También los ensayos El Real Felipe del Callao (1945), Diccionario militar, España en África, Los grandes capitanes a través de la historia militar (Arequipa, 1938), entre otros. Ocupó la presidencia de la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia, Vencedores el 2 de mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria.


Óscar Guillermo Avilés Arcos

Nació en Callao el 24 de marzo de 1924. Fue un guitarrista, compositor, arreglista y cantante peruano.
Su gusto por la música criolla se inició escuchando a su padre, quien en reuniones familiares y amicales tocaba y cantaba música peruana. Fue su abuela materna, Carmen Galván, quien le enseñó los primeros acordes de guitarra. Al inicio su padre no quiso pero llegó el momento que se dio cuenta de las aptitudes y virtudes de su hijo en la ejecución del instrumento, e influenciado por sus amigos criollos, apoyó a su hijo para que aprendiera guitarra. Cuenta una anécdota que Oscar descuidaba los estudios para tocar la guitarra y su padre le prohibió que tocara guitarra por haber sacado malas calificaciones en la escuela. Pero era tanto el amor que sentìa por el instrumento que un dìa se escondiò dentro de un ropero de su madre para tocarla, hasta que lo descubrieron muy escondido detrás de la ropa. Cursó clases de guitarra en el Conservatorio Nacional de Música con el maestro Juan Brito, entre los años 1936 y 1938, estudios que luego prosiguieron con el maestro Isidoro Purizaga. Empezó su carrera musical en 1939 a la edad de quince años, como cajonero del dúo de hermanos La Limeñita y Ascoy. En 1942, con el grupo de cuerdas Núñez, Arteaga & Avilés gana el concurso radial organizado por el periodista Roberto Nieves del diario “La Noche”, a raíz del cual se le comenzó a llamar La Primera Guitarra del Perú. Asimismo, fundó en 1952 la primera Escuela de Guitarra de estilo criollo (que mantuvo sus puertas abiertas hasta 1967). De 1958 a 1970, fue director artístico de la disquera Iempsa. Durante este tiempo no sólo produjo innumerables grabaciones, sino participó en ellas activamente. Tal es el caso de Los Embajadores Criollos para los cuales produjo temas como El Rosario de mi Madre, Lucy Smith, Vecinita, Tu Culpa y muchos otros, acompañándolos como primera guitarra. En la década de 1970 formó un dúo con Arturo “Zambo” Cavero, que fue organizado por Augusto Polo Campos a pedido del gobierno militar del general Velasco Alvarado. Por encargo del gobierno militar, Polo Campos compuso valses nacionalistas que fueron popularizados por Avilés y Cavero. Formó y dirigió el Conjunto Fiesta Criolla, en su primera etapa, entre 1957 y 1959, junto con Humberto Cervantes, Panchito Jiménez y Arístides Ramírez. En 1959, grabó un disco con Alicia Maguiña, aclarando que este trabajo se concibió antes que Dialogando. En 1961, se separó de ellos y de la compañía disquera Sono-Radio donde grababan, para trabajar como director artístico de la compañía Iempsa. Acompañó con su guitarra a la cantautora Chabuca Granda en diversas giras artísticas entre 1955 y 1970, grabando Dialogando”. Graba en el Brasil, la celebrada colección “Valses Peruanos Eternos”, en dos volúmenes acompañado por la Orquesta de Augusto Valderrama. Pocos meses antes de su fallecimiento conducía el programa “El Oscar del Criollismo” por Radio Nacional del Perú.
Como arreglista, compositor, productor, ejecutante y difusor de la música criolla ha merecido diversos reconocimientos, además de numerosos Discos de Oro por sus logradas ventas fonográficas. En 1987, luego de gestiones del entonces Presidente de la República, Alan García, la Organización de Estados Americanos, distinguió a Óscar Avilés, junto a Jesús Vásquez, Arturo “Zambo” Cavero, Luis Abanto Morales y Augusto Polo Campos, con el título de “Patrimonio Musical de América”. También en 1987, el Ministerio de Educación le otorgó las “Palmas Magisteriales”. El Municipio del Callao en 1995, decidió darle el nombre de Óscar Avilés Arcos a la cuadra 6 del Jr. Zepita, donde nació, y puso una placa recordatoria en el exterior de la casa. La Universidad Nacional Mayor de San Marcos, le dio en el año 2000, la distinción de Doctor Honoris Causa, el más alto título académico que otorga esta casa de estudios, en honor a su reconocida trayectoria musical. En el 2005, el alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio, le otorgó la Medalla “Ciudad de Lima”, en homenaje a su trayectoria.


Luis Humberto Giusti La Rosa

Nació en Callao el 27 de octubre de 1919. Fue un médico y político peruano.
Luis Giusti se casó el 6 de enero de 1948 con Paulina Hundskopf De La Rivera, con la cual tuvo once hijos. Hizo estudios de medicina y fue profesor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Fue fundador del Centro de Promoción Familiar y Regulación Natural de la Natalidad CEPROFARENA y miembro de la Comisión de Familia, Infancia y Vida de la Conferencia Episcopal Peruana, más conocida como Provida. Durante muchos años ofreció de manera gratuita sus servicios profesionales a la población de escasos recursos económicos, en barrios marginales como Sarita Colonia, San Judas Tadeo, Unidad Modelo y a las personas de la tercera edad del centro histórico del Callao, 2 de mayo, Constitución y Castilla.
Trabajó permanentemente de la mano de la Iglesia Católica, recibiendo la condecoración papal otorgada por Juan Pablo II.


Luis Barrios Rojas

Nace en Callao el 22 de abril de 1935. Fue un popular cantante de boleros.
En la década de 1950, aun siendo aficionado, Lucho Barrios participó en un concurso denominado “Escalera del triunfo”, que se realizaba en los teatros de Lima, quedando finalista. Luego formó el trío “Los Incas”, que tuvo una corta existencia. Grabó discos sencillos con el sello disquero Smith. Fue Edith Barr, quien lo ayudó a dar el gran salto internacional, al llevarlo a Radio Callao, donde conocería a Julio Jaramillo, quien quedó asombrado por su calidad vocal, y lo invitó a cantar al Ecuador. En 1957, ingresa a la Escuela Nacional de Ópera, donde se preparó hasta los 19 años, estudiando junto a Alejandro Vivanco, cuñado de Yma Sumac.
Después de mucho esfuerzo logró grabar sus primeros discos. Uno de sus primeros éxitos fue el vals Juanita. Ya con una vasta fama en Ecuador, en 1960, decide regresar al Perú donde siguió cosechando éxitos que lo llevaron al estrellato en toda América, firmando para el sello disquero de Marco Antonio Guerrero “MAG”, éxitos tales como “Marabú”, “Me engañas mujer”, “Mentirosa”, “Te alejas”, “Copas de licor”, “Mala”, “Adúltera”, “Mirando y sonriendo”, “Borrasca”, “Nido de amor” y muchos más. Sus discos llegaron a toda la América. El 18 de septiembre de 1960, se presenta en la Quinta El Rosedal, Arica, Chile, junto con la orquesta del Puma Valdez de Cuba, asistiendo más de mil personas en cada presentación. En 1961, volvió a Chile y en Santiago grabó su primer Long Play, creciendo aún más su fama en ese país, Argentina, México, e incluso en los Estados Unidos. El 15 de noviembre de 1988, tuvo una de sus más importantes presentaciones, en el Teatro Olympia de París, en el cual se han presentado grandes figuras como Édith Piaf, Frank Sinatra y The Beatles. Lucho Barrios presentó esa vez boleros peruanos y música de Chile y Ecuador.
Entre los cientos de premios que Lucho Barrios recibió a lo largo de su carrera, el más memorable fue el que le entregó la Organización de los Estados Americanos (OEA), por su trabajo en favor del acercamiento de los pueblos a través del canto. Además, el 2002, el gobierno del presidente de Chile Ricardo Lagos, lo condecora por ser un artista peruano con mucho arraigo en el pueblo chileno. También recibió un premio por grabar la canción “La joya del Pacífico”, que cantó homenajeando al puerto de Valparaíso (Chile).


Alberto Tauro del Pino.

Nació en Callao el 17 de enero de 1914. Fue un escritor, bibliógrafo y bibliotecario peruano.
Ingresó a la Universidad Mayor de San Marcos, donde cursó Letras y Derecho. En 1939 obtuvo su bachillerato en Letras con su tesis Mocedad de José Rufino Echenique. Al año siguiente se doctoró en Letras con su tesis Presencia y definición del indigenismo literario. Entre 1933 y 1959 ejerció la enseñanza pedagógica en varios centros de educación secundaria y en el Instituto Pedagógico Nacional de Varones (1949-1953), más tarde Escuela Normal Superior, donde también ejerció la docencia entre 1960 y 1961. Desde 1945, y por cuatro décadas, fue catedrático de Historia del Perú en la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. En su alma máter fue también Jefe del Departamento de Publicaciones (1964-1969); Director del Programa Académico de Ciencias Histórico-Sociales (1969-1970); y Director de la Coordinación Académica y Evaluación Pedagógica (1973-1977). Ingresó a laborar a la Biblioteca Nacional del Perú como jefe de su primera Oficina de catalogación (1941-1943). En 1943, tras el incendio que destruyó la Biblioteca, colaboró con el director Jorge Basadre en su reorganización y reconstrucción. Sucesivamente, ejerció como Jefe del Departamento de Ingresos (1943-1945) y del Departamento de Investigaciones Bibliográficas, Manuscritos y Libros Raros (1946-1959). Asimismo, ejerció la dirección interina de la Biblioteca Nacional en tres oportunidades. La primera en 1947, por viaje de Jorge Basadre a Washington D.C., como Delegado del Perú a la Asamblea Interamericana de Bibliotecarios. La segunda en 1951. Y la tercera en 1952, por haber sido designado el director Cristóbal de Losada y Puga, Delegado del Perú, a las ceremonias de conmemoración del Centenario del nacimiento de José Toribio Medina.
Fue miembro del Instituto Histórico del Perú, hoy Academia Nacional de la Historia (desde 1948), la Sociedad Peruana de Historia (desde 1948 y de la que fue director electo en 1958 y 1982), la Sociedad Geográfica de Lima (desde 1958), la Academia Peruana de la Lengua (desde 1980), el Centro de Estudios Históricos-Militares y la Sociedad Bolivariana del Perú. Presidió, además, la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (Anea). Como representante de las universidades, integró la Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú (1971), para cuya Colección Documental preparó siete volúmenes. Integró la comisión técnica para otorgar el Premio Nacional de Cultura en 1987. Fue Presidente de la Comisión Nacional del Centenario de José Carlos Mariátegui (1994). Dirigió –individual o colectivamente– las revistas Prometeo (1930-1931), Palabra (1936-1937), Biblión (1942), Fénix (1947-1958) y el Boletín de la Biblioteca Nacional (1947-1958). También dirigió la revista San Marcos, de su alma máter, dedicada a las artes, ciencias y humanidades. Fue también, junto con Antonio Melis, director del Anuario Mariateguiano (1989-1994).
Obtuvo varios premios y condecoraciones, entre ellos: Orden El Sol del Perú, en el grado de Gran Cruz y el Premio Nacional de Periodismo “José Antonio Miró Quesada”, en mérito a sus colaboraciones en Jornada y La Prensa (1945).


Felipe de la Barra

Nace en Callao en 1890. Fue un militar, historiador y político peruano.
Ingresó a la Escuela Militar de Chorrillos, de donde egresó como subteniente de infantería en 1908. Sucesivamente ascendió a teniente en 1910 y capitán en 1914. En su alma máter ejerció como profesor de Historia Militar del Perú (1919-1920 y 1928-1932). Ya ascendido a sargento mayor, estudió en la Escuela Superior de Guerra (1920-1923), graduándose como oficial de Estado Mayor. Viajó a Europa y participó en las maniobras del ejército italiano y el francés. En 1927 regresó al Perú y al año siguiente ascendió a teniente coronel. Fue nombrado subdirector la Escuela Militar en 1930. Viajó a Japón como presidente de una comisión encargada de adquirir armamentos (1932). De retorno al Perú, fue ascendido a coronel y nombrado director de la Escuela Militar en 1936. Durante el segundo gobierno de Óscar R. Benavides fue convocado a formar parte del gabinete ministerial, como ministro de Justicia y Culto (1936-1937), y luego como ministro de Guerra (1939), siendo el último de dicho régimen militar, que entregó el mando a Manuel Prado Ugarteche el 8 de diciembre de 1939.
Fue jefe del Estado Mayor General del Ejército de 1940 a 1945, siendo ascendido a General de Brigada el 9 de enero de 1941. Fue agregado militar en Brasil (1945-1947) y miembro del Consejo Superior del Ejército hasta su jubilación en 1950. En su retiro, se consagró a la investigación histórica y la difusión de los valores cívicos y militares. Contribuyó a la fundación del Centro de Estudios Histórico Militares, cuya presidencia ejerció de 1949 a 1978. En 1963 fue incorporado a la Academia Nacional de la Historia. Promovió la realización de cuatro congresos nacionales de historia del Perú y editó los trabajos respectivos, tuvo más de 20 publicaciones.


Alejandro Granda Relayza

Nació en Callao el 26 de noviembre de 1898. Fue un tenor peruano, considerado por sus aptitudes vocales y escénicas el mejor de América.
Conocido internacionalmente como Alessandro Granda, fue hijo de Vicente Granda y de Teresa Relayza. En su juventud se desempeñó como maquinista en un barco de la Compañía Peruana de Vapores, afincado en el puerto del Callao, hasta alcanzar el grado de cuarto maquinista de la Marina Mercante del Perú. Tenía la costumbre de cantar en la cubierta de los buques en los que trabajaba junto a sus amigos. En una de estas ocasiones es escuchado por casualidad por el capitán de la marina, Manuel Torrico, imitando una grabación de opera que había oído. El Cap. Torrico quedando admirado y le dijo: “Muchacho, tienes una gran voz… yo voy a ayudarte” y lo condujo con la afamada compositora y música, Rosa Mercedes Ayarza de Morales para que le dé apoyo. De su mano, Granda debutó con gran éxito el 9 de octubre de 1924, en el Teatro Forero, espacio que fuera construido entre 1916 y 1920, por el ingeniero italiano Alfredo Viale y en 1929, se convirtió en el Teatro Municipal de Lima. Su primera presentación pública creó en torno del cantante un movimiento de simpatía que llegó a las esferas oficiales, es así que la compositora lo presenta con el entonces presidente de la república Augusto B. Leguía quien, diciendo: “El Perú también tiene un Caruso”, le otorgó una beca integral para educar sus aptitudes vocales en Italia, ya que su país no podía ofrecerle las posibilidades de desarrollarse artísticamente. En 1924, el cantante viajó a Milán, donde desarrolló sus facultades vocales en el Conservatorio Giuseppe Verdi de la ciudad, con los profesores Alfredo Cecchí y Arnaldo de Marzi, quienes lo entrenaron a fin de presentarse ante el público italiano. Se estrenó con la ópera Iris de Mascagni, en el Teatro Social de Como, el 26 de febrero de 1927, bajo la dirección del maestro Giacomo Armani. Siguió entonces una larga y fructífera carrera, durante la cual cantó con creciente éxito en los teatros Carlos Félix de Génova, San Carlos de Nápoles, La Fénix de Venecia, Máximo de Palermo, Regio de Parma, Comunal de Bolonia y muchos otros de Italia. Posteriormente cantó en escenarios de Madrid, Barcelona, San Sebastián, Bilbao, Valencia, Lisboa, Oporto, París, Vichy, Montecarlo, Leipzig, Hamburgo, Bremen, Münich, Baden-Baden, Breslau y en algunas ciudades de Letonia, Estonia, Finlandia, Rumania, Hungría y Egipto. Su consagración artística la alcanzó en el Teatro La Scala de Milán, al ser elegido por Toscanini para el estreno en Italia del Salmo húngaro de Zoltán Kodály, en 1928. Con el mismo maestro cantó Rigoletto, en compañía de Toti dal Monte y Carlo Galeffi. Además, Granda fue el primer tenor en grabar una ópera completa llevando a los surcos de 78 revoluciones la ópera Tosca. Consagrado por el público europeo como uno de los sucesores de Enrico Caruso, volvió al Perú en 1932. Recibió fervorosas manifestaciones, que se sucedieron en numerosos conciertos y espectáculos líricos. La única temporada de ópera que dio Granda en Lima fue en 1933 con Tosca, en el Teatro Segura, al lado de la soprano peruana María Elena Campos. Fue un lleno total, tanto que se derrumbó la escalera de la cazuela.
En 1947, el gobierno le confirió la Orden del Sol del Perú, en mérito a sus excelentes calidades artísticas. A la postre fue incorporado al Conservatorio Nacional de Música como maestro de canto.